11/03/2019 20:18 CET
Warren Barguil, atendido en la París-Niza este lunes. @Arkea_Samsic
La París-Niza 2019 se ha convertido en una carnicería mucho antes de lo previsto. Mientras se levantaba el telón.
E n los dos primeros días, en esas etapas, enseguida, llanas y 'sin peligro', se han sumado nueve abandonos, todas las caídas. Lamentablemente, un ramillete de ciclistas importantes, ha terminado la carrera precipitadamente en camas de hospital. Algunos accidentes relacionados con la pérdida de conciencia: el domingo, en la jornada inaugural, el australiano Michael Matthews, quien después de su no parece tener nada roto; El lunes, Warren Barguil, se ha fracturado por dos partes la segunda vértebra cervical.
Como suelen ser acompañados de compañeros, amigos del sol y el árbol, se envuelven en la misma situación que se abandona: Martes de oro se fracturó la clavícula y el Maxime Bouet tiene la rodilla maltrecha y falta de diagnóstico definitivo. También en la Dimensión de Datos abandonó una pareja ilustre, Mark Cavendish y Louis Meintjes. Gorka Izagirre abandonó directamente en el hospital, donde parece que no se ha encontrado las lesiones más importantes, pero a Rigoberto Urán, que ha caído solo en el grupo delantero, se le partió la clavícula izquierda.
Tras la parte de las bajas, parece lógico concluir que sin el analgésico. Prohibido por la Unión Ciclista Internacional (UCI) desde el 1 de marzo acusado de provocar y practicar un pelotón adelgazado a 161 corredores no se limita el número de accidentes.
Los ciclistas se merecen más respeto por parte de todos. Cada día se juega el tiempo para ordenar los baches, los amigos, los compañeros con el día, y el viento que siempre es una amenaza para la estabilidad y la serenidad del grupo. El vendedor de costas es un fabricante de estrés, sin embargo, se ha reducido la cantidad de personas que se han visto en estas dos etapas en esta París-Niza.
Fuente:www.marca.com
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