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ikel Landa Meana borra la pasada temporada a golpe de pedal y de ilusión, "al fin y al cabo esto sólo es una carrera de bicis". Con 29 años y 10 temporadas como profesional, aborda 2019 con las esperanzas intactas. jefe de filas del Giro, sin renunciar al Tour, mezcla el sacrificio diario con humor off-road. Mikel Landa no se rinde después de la temporada "más frustrante" de su carrera. Hablamos con él el miércoles pasado, aprovechando la presentación de los equipos de la Fundación Euskadi, que preside.
- Otra vez a la pelea. Y viene de un año muy difícil.¿Con qué moral?
- Fue un año muy complicado, pero eso no me quita la moral para empezar otra vez. Llegué a Movistar con muchas expectativas, con muchas aspiraciones e ilusión. Luego, las lesiones me han ido frustrando. Ha sido el año en que he terminado más frustrado.
- Perdió la gran oportunidad que usted mismo veía antes del Tour..
- Sí, pero todavía hay gente que confía en mí y voy a poder tener otra gran oportunidad este año.
- ¿Y no es una decisión de riesgo doblar Giro-Tour?
- No. Acabé de correr casi en agosto y entre la lesión y que en agosto al final no pude ser muy competitivo, no terminé muy desgastado y creo que me viene bien hacer las dos. El Giro es una carrera que se me da bien, en caso de que no se me dé bien estará el Tour. Yo diría quees un calendario más conservador que arriesgado.
- ¿Y cómo lo afronta desde el punto de vista de la preparación?
- Hacer un buen plan hasta el Giro para hacerlo allí lo mejor posible y luego... hacer lo que pida el cuerpo para el Tour. Como en 2017 me fue bien así, voy a hacer lo mismo; intentar llegar al 100% en el Giro y esperemos que al 99% o al 101% en el Tour [ríe],
- Disputar el Giro quita energías. Eso se ha dicho siempre, que hipoteca el Tour.
- Sí, pero el año pasado tanto Froome como Dumoulin terminaron en el cajón de las dos carreras y veo más atractivos que inconvenientes en correr las dos.
- En el Giro parece que habra 'overbooking' de favoritos.
- Es una carrera que gusta mucho, cada vez hay más candidatos. Al final, favoritos hay tres. Eso hace más atractiva la carrera.
- También hay quien dice tantos 'jefes' en el Giro le van a regalar barra libre al Sky, Froome y Thomas, en el Tour.
- Mmm... Ya veremos. No creo que por participar en el Giro cambien tus opciones en el Tour. Cada vez hay más científicos alrededor del ciclismo, la gente sabe preparar muy bien sus objetivos y no creo que preparar el Giro sea tan negativo.
- ¿Echó de menos el Giro en 2018?
- Se me hizo raro un poco, llevaba varios años encadenando una primera parte de forma parecida y, sí, me faltó.
- Siente que los jóvenes como Marc Soler y ahora sobre todo Enric Mas le están quitando foco. Y si eso es así, tendrá algo bueno, un poco más de tranquilidad.ongo.
- Hay jovenes más mediáticos, que vienen por debajo, aspirando a grandes cosas. Es normal que reciban atención, que deslumbren y destaquen. Pero por suerte sigo teniendo tirón entre grandes equipos y eso me da tranquilidad. Que haya más jóvenes con aspiraciones ni me la da ni me la quita. Soy yo quien se marca la presión, las metas y el sacrificio. A nivel mediático sí que se ha repartido un poco la cosas. Se han ganado su protagonismo.
- ¿El Tour sigue dando miedo a muchos ciclistas que podrían disputarlo y ganarlo?
- No sé si eso es verdad. pero sí sale mucha gente que... no digo conformista, pero sí que no son los mismos que cuando van a un Giro o a una Vuelta. Van con más respeto. O con la idea clara de que no van a ganar. Eso favorece a quien sí tiene la idea clara de que puede ganar.
- ¿Todavía le duele la caída en aquella etapa del Tour en Roubaix?
- Ahora duele más que antes, porque sé que he hecho medio Tour con una vértebra fisurada que me ha lastrado. Me da mucha pena. Pero al mismo tiempo es lo que me anima a volverlo a intentar.
- Tiene buenas referencias. Tras años malos, llegaron mucho mejores.
- Es verdad, tanto en el 15 como en el 17 la situación de partida era parecida a la de ahora y logré resultados. Ojalá que en el 19 se repita la historia. En cuanto a rendimiento me he encontrado bien muchas veces pero no he podido demostrarlo.
- ¿Ha ido bien el entrenamiento de invierno, últimamente en Canarias?
- No he perdido este invierno ningún día de entrenamiento. A partir de ahora,con el mal tiempo, tendré más altibajos, pero hasta ahora no he perdido ni un día.
- ¿Está en su momento óptimo de madurez?
- Seguramente sí. Tengo mis momentos de inmadurez que necesitamos todos para desconectar, pero creo que sí.
- Esas desconexiones parecen ser su sello personal.
- Las necesito mucho, tengo que desconectar de la bici y de la vida de ciclista totalmente para volver a tener ganas y hambre de bicicleta y de ciclismo.
- ¿Llega un momento en que le abruma tanto trabajo, tanta tensión?
- No es eso, es que soy una persona que se exige mucho. Por eso terminé tan frustrado el año pasado tras la caída de San Sebastián: hice todo lo posible por llegar a la Vuelta y no llegué; hice lo posible por llegar a Gran Bretaña, y tampoco; hice todo lo posible por llegar al Mundial y nada. Me frustró y me quemó mucho.
- Le faltó tranquilidad.
- Sí, y sobre todo me faltó saber si sí o si no iba a curarme. Las lesiones nunca sabes cuándo terminan y por mucho que tú intentes, tu cuerpo responde de una manera o de otra y no llegar a pesar del esfuerzo que hice me frustró. Necesitaba desconectar de todo.
- ¿El cambio de equipo, tener que demostrar algo en el Movistar Team, le pesó?
- No, por suerte ya llegué a Movistar con una madurez y no me afectó esa presión.
- ¿Y le preocupa que este año acaba contrato, que tiene que firmar y los resultados son más importantes?
- Tampoco. No me preocupa. Siempre ha habido gente interesada que cree en mí y sigue creyendo. No pienso más que en divertirme: más que nunca.
- Un buen ejemplo de eso, de divertirse en el trabajo lo tiene en su equipo: Alejandro Valverde.
- Eso es. Una vez que llegas a un nivel en una profesión, en un oficio duro y sacrificado, quizá tengas que pensar que no deja de ser un juego, una carrera de bicicletas. Y si lo gestionas de esa manera, creo que es mucho más fácil llevarlo bien.
- Y ante los inconvenientes, borrón y cuenta nueva.
- Absolutamente, es mejor tomárselo así. El año pasado me caí, me frustré y ya está. Punto. Se termina la temporada y empieza otra. Es la mejor forma de llevarlo para mi personalidad.
- ¿Qué queda del Landa que enamoró a todos en 2015?
- Quedan las ganas de atacar, de poner la carrera en jaque cuando se puede. Yo creo que tengo todo aquello, pero le he añadido un poco más de responsabilidad. Soy, a veces, un poco más conservador
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