MD se sube al coche del Murias para reconocer los tramos de ‘sterrato’ de la segunda etapa de la Itzulia · Ion y Gorka Izagirre se dejan ver en una mañana que confirma la complejidad del recorrido
El Murias completando la primera vuelta a unos tramos de ‘sterrato’ (Luis M. Unciti - Luis M. Unciti)
Periodista
Sarriguren
Actualizado a 09-03-2019 07:00
Los ‘caminos blancos’ de la Strade Bianche han convertido a la carrera de la Toscana en una de las citas imprescindibles del calendario mundial. Son muchas las voces que piden que la prueba se convierta en el sexto Monumento. La espectacularidad del recorrido, las imágenes de los ‘gallos’ del pelotón internacional llegando a la Piazza del Campo de Siena con los rostros cubiertos de barro y las rampas de Via Santa Caterina en el último kilómetro son ingredientes que han conquistado a los amantes del ciclismo.
Gracias a una orografía capaz de dibujar cualquier tipo de recorrido, no hay que salir de Euskadi para encontrarse con una particular ‘Euskal Strade Bianche’. El Valle de Egües será el escenario el próximo martes 9 de abril de una espectacular etapa en la que habrá que afrontar 4,9 kilómetros de ‘sterrato’ y otros 4,1 de hormigón. Una novedad en la Vuelta al País Vasco que ni Euskadi Murias ni los hermanos Izagirre han querido perderse. Conocer el terreno, y más en estos casos, puede ser determinante.
Pasadas las 10 de la mañana, con Xabier Muriel como un corredor más -conocía el terreno de jornadas anteriores-, con Jon Odriozola al frente del coche de la formación vasca y con Alfonso Etxeberria, alcalde del Valle de Egüés e impulsor de la etapa, como maestro de ceremonias, la expedición de Euskadi Murias partió de la Ciudad Deportiva Sarriguren para adentrarse en los tramos más esperados de la Itzulia 2019. Mikel Aristi, Fernando Barceló, Mikel Bizkarra, Gari Bravo, Julen Irizar,Óscar Rodríguez, Sergio Samitier y Enrique Sanz fueron los ciclistas citados para el reconocimiento. Forman el bloque que estará en abril en las carreteras vascas salvo sorpresa.
El primer coche del equipo euskaldun partió minutos antes que la ‘grupeta’ del Murias en busca de la localización ideal para captar las imágenes del entrenamiento y conocer de primera mano el estado del ‘sterrato’. Con la lluvia como acompañante en el inicio de la expedición, el trazado evidenció que la meteorología será clave. La diferencia entre pasar estos casi cinco kilómetros de tierra sobre un terreno seco o mojado será sideral. No se puede negar el trabajo de ‘pisado’ que se está haciendo para que el riesgo de caídas sea el menor posible, pero la existencia de piedras y la estrechez del camino llevarán al pelotón a un estrés inevitable donde sólo los más fuertes y hábiles saldrán indemnes de una segunda etapa que no está dirigida a los hombres de la general, pero dejará damnificados.
Con los focos esperando al pelotón del Murias, de una de las múltiples colinas asomaron dos ciclistas. ¿Movistar? ¿Astana? ¿Cicloturistas? ¡Los hermanos Izagirre! A 48 horas de que ambos iniciasen su participación en la París-Niza, Ion y Gorka se acercaron a la ‘toscana navarra’ para examinar un terreno que puede decidir una Itzulia en la que tendrán opciones a la victoria final.
Apenas dos minutos después del paso de los ciclistas de Ormaiztegi aparecieron los maillots de la formación vasca. Los primeros disfrutando del terreno, los últimos sufriendo desde el primer minuto. El tramo a la salida de Sarriguren, la difícil llegada a Ustarroz o la larga recta cerca de Ibiriku fueron algunos de los puntos que atravesaron durante las más de tres horas que duró el entrenamiento.
Paso por meta
si los casi cinco kilómetros de ‘sterrato’ y los más de cuatro de hormigón no fueran suficientes, la organización ha preparado una llegada exigente tras tanto esfuerzo. La meta de Gorraiz pica para arriba y exigirá potencia y los últimos gramos de fuerza a quien quiera levantar las manos en una jornada en la que la meteorología será determinante.
Nadie se fía de una segunda etapa para valientes que puede marcar las posibilidades de muchos favoritos en la Itzulia. El terreno será duro, aunque serán, como siempre, los ciclistas los que marquen la dificultad. Terreno hay para hacer daño.
Fuente:www.mundodeportivo.com
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