Buen trabajo de los Movistar, con Quintana trabajando para el equipo
Punta Negra (San Juan, Argentina)
Los esprinters no tenían mucho que decir este lunes, salvo aquellos que aman las clásicas del norte, las de Flandes o la París-Roubaix. Pero el recorrido era más favorable para los que disfrutan más en las pruebas de las Ardenas.
¿Y SI EVANEPOEL SE VISTE DE LÍDER?
Había que subir y bajar el repecho de Punta Negra (por tercera vez en la etapa) a menos de tres kilómetros de la línea de llegada. Los ataques esperaron hasta ese punto. Deceuninck y Movistar marcaban la velocidad punta del grupo, ya reducido a una cincuentena de hombres. Anacona llevaba a rueda a Nairo Quintana, que respondió, como Tiesj Benoot (Lotto) al ataque de Alaphilippe. Movistar movió bien sus fichas para proteger a Richard Carapaz, el ecuatoriano que estará en la pelea en la llegada e alto del viernes, y a Carlos Barbero, con opciones de estar entre los mejores en esta etapa.
Los relevos entre los tres terminaron con el arreón definitivo de Julian Alaphilippe, que dejó sin aliento a sus dos rivales directos. Detrás, el pelotón principal fue reduciendo muy ligeramente su desventaja con el francés, pero era ya insuperable. Llegó el grupo encabezado por Simone Consonni (UAE Emirates) y Peter Sagan (Bora-hansgrohe), con Barbero en sexta posición de la etapa, justo por delante de Carapaz.
Fernando Gaviria fue el más rápido en la meta volante que daba tres segundos de regalo, que son los que le mantienen por delante de Julian Alaphilippe. Las diferencias son escasas en la general, que debería cambiar radicalmente en la contrarreloj de 12 kilómetros de este martes en Pocito. Y puede saltar el notición: que Remco Evenepoel, el prodigio de 19 años recién cumplidos, se vista de líder. Ayer, en su primer envite serio con los profesionales, estuvo en el reducido grupo final, décimo quinto de la etapa. Y es 13 de la general, a 13 segundos de Gaviria.
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