El murciano, segundo en la general, hace balance en MARCA
Nacho Labarga
Madrid
Luis León Sánchez se siente cómodo, a la altura de un Astana que ha arrancado el curso de maravilla. El murciano, que ha logrado sortear todos los baches que ha puesto la París-Niza hasta la fecha, se muestra optimista de cara a la general gracias al segundo puesto que ostenta en la general.
"Nosotros partíamos de París con la intención de disputar la general con López e Izagirre, aunque sabemos que es difícil saber cómo van a desarrollarse las cosas. Los dos primeros días fueron muy complicados para todos, hubo mucho aire y fue difícil permanecer juntos", señalaba a MARCA mientras incidía en que el infortunio ha acompañado a los suyos.
"Gorka se retiró por caída y su hermano se fue al suelo dos veces, por mi parte he tenido suerte de poder estar delante e incluso sumar bonificiaciones. Este jueves es la crono y, después, pensaré cuál es mi objetivo real", nos decía alguien que no se descarta de la lucha por el amarillo.
"Tengo la suerte de saber cómo es esta carrear, de haberla ganado, por eso digo que es pronto para avanzar cualquier cosa. Me veo con fuerza, pero hasta después de la crono no puedo asegurar si estoy en disposición de pelar por el triunfo o no", insistía un corredor que conquistó la París-Niza en 2009 (además de una etapa) y también tuvo triunfos parciales en 2007, 2008 y 2012.
Su compañero Magnus Cort-Nielsen fue el más fuerte en la larga escapada del día y logró imponerse en solitario en la cuarta etapa disputada entre Vichy y Pélussin, de 212 kilómetros, en la que Kwiatkowski se puso líder.
Exhibición celeste
Cort-Nielsen, ganador de dos etapas de la Vuelta en 2016, en Gandía y Madrid, remató la fuga con habilidad que marcó la jornada con un ataque a un kilómetro de la línea demeta. Le dio tiempo a celebrarla. De Gentd y Ciccione entraron por detrás.
A 48 segundos cruzó la meta el grupo principal con los favoritos, entre ellos Kwiatkowski, ya enfundado con la prenda del líder que llevó desde el primer día el Groenewegen. El del Jumbo, al igual que el resto de velocistas, sufrieron en una jornada poco propicia. El campeón del mundo lleva el mando con 5 segundos de ventaja sobre el español, quien a su vez ve por el retrovisor a un Egan Bernal al que todos temen.
Fuente:www.marca.com
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