El francés fue líder virtual al protagonizar una escapada que fue reducida por el equipo de Valverde y Nairo. El español sigue a un segundo de Yates en la general.
As.com Actualizado: 5 septiembre 2018 17:51h CEST
La undécima etapa de la Vuelta 2018, la más larga de toda la edición, deparó tensión desde el primer momento. En un día teóricamente ideal para la fuga, con hasta cuatro puertos (dos de tercera y dos de segunda) la escapada no se formó hasta superar las dos horas de carrera. Cuando restaban 103 kilómetros a meta, de los 207 iniciales, el cuarto intento de fuga fue el bueno ya con los dos primeros puertos coronados y contó con hasta 19 ciclistas con Thibaut Pinot (16º a 2:33) el mejor situado en la clasificación general.
Antes, Míguel Ángel López pasó 40 kilómetros complicados hasta que contactó con el pelotón después de una avería. El gran ritmo del grupo le dificultaba su entrada, pero el impecable trabajo del Astana le llevó, tras un buen calentón, de vuelta al grupo. De vuelta a la fuga, y junto a Pinot, había más ilustres del pelotón como Mollema, Majka, Pellizzotti, Benoot... y con el francés del FDJ como líder virtual de la carrera, llegando a tener una ventaja máxima superior a los cuatro minutos. En el pelotón, tiraba Movistar tratando de disminuir unas diferencias que comenzaban a ser peligrosas. Por entonces, Bouhanni (ganador de la sexta etapa), Gougeard y Preidler se habían convertido en los tres abandonos de la jornada, la más numerosa hasta el momento.
Pinot, viendo la situación, incluso lo probó en la escapada. Teuns se fue con él, pero la aventura de ambos no duró mucho. Posteriormente, se sucedieron los ataques en la fuga, que terminó de romperse con los movimientos de un ambicioso Pinot. En la ascensión al último puerto, el Alto del Mirador de Cabezoas (3ª), De Marchi, que tenía a Roche de compañero en la fuga, y Restrepo saltaron con el objetivo de la etapa. La lluvia también se unía al espectáculo en el tramo final. Faltaba el repecho del Pombal, que no figuraba como puerto pero dejó el pelotón en escasas veinte unidades, con un brillante Carapaz marcando el ritmo y reduciendo bruscamente la ventaja de Pinot a escasos 12 segundos en meta. "Se te queda cara de poker... pero lo volveré a probar de nuevo". Lo intentó el francés, eso sí, y de qué manera. De Marchi soltó a Restrepro bajo la lluvia y llegó en solitario a la meta, con sol, en Luintra y con cuarenta minutos de ventaja respecto al horario previsto.
Simon Yates mantiene el liderato con un segundo sobre Valverde en una etapa que pasará factura. El equipo del líder no participó activamente en la persecución. "¿Mitchelton sin tirar atrás? Es su filosofía... hemos salvado un día importante"afirmó el murciano del Movistar. Mañana, final en Estaca de Bares con dos puertos, ambos de tercera. Los diez primeros, en 47".
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