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Por Andrew Simon y Manny Randhawa @AndrewSimonMLB y @MannyOnMLB

Max Scherzer nos recordó la noche del miércoles qué tanto dolor un jugador es capaz de soportar mientras de alguna manera se las arregla para tener un desempeño admirable en el terreno de juego. El lanzallamas recetó 10 ponches en siete entradas en blanco ante los Filis en el Nationals Park con la nariz fracturada y un ojo morado, lo que nos hizo revivir algunas de las mejores actuaciones por parte de jugadores enfermos o lastimados en la historia de Grandes Ligas.

Max Scherzer, 19 de junio del 2019 vs. Filis

Scherzer se fracturó la nariz el martes tras ser golpeado en el rostro por una bola que salió de su bate mientras practicaba toques. Las cámaras de televisión captaron a Scherzer sangrando y adolorido después del incidente. Pero ello no le impidió cumplir con su apertura prevista para el segundo juego de una doble cartelera el miércoles y anular por completo a los bateadores de Filadelfia durante siete episodios en la victoria de los Nacionales 2-0. Con su recta de cuatro costuras promediando las 96.2 millas por hora, Scherzer ponchó a 10 en una presentación para el recuerdo.

Shohei Ohtani, 5 de septiembre del 2018 vs. Rangers

En el mismo día en que se le notificó que necesitaría someterse a una operación Tommy John, el lanzador/bateador japonés Shohei Ohtani saltó al terreno y tuvo un increíble desempeño con el madero, volándose la cerca en un par de ocasiones y conectando cuatro hits contra los Rangers. Una vez terminada la campaña, el Novato del Año de la Liga Americana fue operado del codo derecho y no regresó a la acción sino hasta mayo de este año, sólo como bateador.

Stephen Strasburg, Juego 4 SDLN del 2017

Strasburg tenía un severo cuadro de gripe un día antes de su apertura programada para el crucial Juego 4 de la Serie Divisional de la Liga Nacional del 2017 vs. los Cachorros en el Wrigley Field. Pero, aunque no logró recuperarse, el derecho subió a la loma por los Nacionales y dio una cátedra de pitcheo para mandar a Washington a un decisivo Juego 5, tras ceder solamente tres imparables y recetar 12 ponches en poco más de siete entradas en blanco.

Pablo Sandoval, Juego 4 Serie Mundial 2014

El Panda sufría de una severa gripe y no pudo participar en sus actividades rutinarias previas al Juego 4 de la Serie Mundial del 2014 ante los Reales. A pesar de ello, el venezolano se las arregló para conectar un par de hits claves, incluyendo un sencillo de dos carreras que les dio la ventaja a los Gigantes en la sexta entrada y que al final marcó la diferencia para que San Francisco empatara la serie, que eventualmente ganó en siete juegos para llevarse su tercer título en cinco años.

Jamie Moyer, Juego 3 Serie Mundial 2008

Los Filis de Moyer habían empatado la serie a un juego por bando contra Tampa Bay cuando le llegó el turno de abrir al veterano de 45 años. Desafortunadamente para el zurdo, su tan esperado debut en un Clásico de Otoño coincidió con un severo virus estomacal que lo tenía en muy malas condiciones una noche antes de su apertura programada para el Juego 3. Su esposa, Karen, le confesó al reportero Ken Rosenthal que “nunca había visto a Moyer tan enfermo en 22 años”.

A pesar de ello, Moyer nunca dudó en lanzar. El zurdo le dio a Filadelfia una salida de calidad de 6.1 entradas, dejando el juego con el marcador a favor. Y aunque el bullpen dejó que el encuentro se empatara, el equipo de Moyer logró ganar el partido y la serie.

Mark Teixeira, 20 de agosto del 2007

Teixeira venía de padecer un virus estomacal las 24 horas anteriores, pero fue incluido en la alineación titular por los Bravos contra los Rojos en el Great American Ball Park. Y por segundo juego consecutivo, el cañonero disparó dos cuadrangulares en la victoria de Atlanta 14-4.

Curt Schilling, Juego 6 SCLA 2004

El mayor regreso de la historia en una serie de postemporada no hubiese pasado de no haber sido por Schilling y su calcetín ensangrentado en el Juego 6 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana del 2004 vs. los Yankees.

Esa postemporada, el derecho sufría una lesión en el tobillo que afectó su desempeño en el Juego 1 de la SCLA contra Nueva York. Los médicos del equipo le hicieron una sutura en el tobillo para que el tendón no se saliera de lugar. El serpentinero, con sangre emanando de la herida, lanzó el Juego 6 y les ganó a los Yankees tras ceder solamente una carrera y cuatro hits en poco más de siete entradas para ayudar a Boston a obligar un decisivo Juego 7. Los Patirrojos se recuperaron de un déficit de 0-3 en la SCLA y derrotaron a Nueva York 4-3 para avanzar y posteriormente barrer la Serie Mundial vs. los Cardenales.

Pedro Martínez, Juego 5 SDLA 1999

Pedro se encontraba en la cúspide de su carrera en 1999, cuando registró una de las temporadas más dominantes para un lanzador en la historia de las Mayores. Desafortunadamente para los Medias Rojas, su apertura en el Juego 1 de la SDLA contra los Indios duró apenas cuatro innings debido a una distensión en un músculo de la espalda. Para cuando se llegó la hora de disputar el decisivo Juego 5, Martínez no había reaparecido en la serie y una vez más, el dominicano no abrió el juego.

Pero con el encuentro empatado 8-8 previo al arranque de la parte baja del cuarto episodio, el dominicano emergió desde el bullpen. "Puse mi carrera en peligro”, declararía Pedro seis años después. El riesgo valió la pena, ya que el quisqueyano lanzó seis entradas sin hit ni carrera ante un poderoso lineup de Cleveland para ayudar a Boston a avanzar la SCLA.

Kevin Brown, Juego 6 SCLN 1997

Tras ganar el Juego 1 de la SCLN en Atlanta, Brown se enfermó de gripe y luchó con la enfermedad mientras su equipo de los Marlins dividía victorias en los siguientes cuatro juegos. Mientras la serie regresaba a Atlanta para el Juego 6, Brown abordó el avión “luciendo demacrado y cansado”, de acuerdo con un informe del New York Times. Pero eso no impidió que el derecho hiciera 140 pitcheos para lanzar toda la ruta y ganar el partido, superando en duelo al ahora Salón de la Fama Tom Glavine para que los Marlins ganaran el banderín.

Kirk Gibson, Juego 1 Serie Mundial 1988

Se trata de uno de los momentos más emblemáticos en la historia del deporte. El JMV de la Liga Nacional en 1988 por los Dodgers se había lastimado ambas rodillas en la SCLN de ese año contra los Mets y tuvo que abandonar el Juego 7 de dicha serie. La Serie Mundial vs. los favoritos Atléticos comenzó tres días después y Gibson no estaba físicamente apto para arrancar. En cambio, el veterano permaneció en el clubhouse de los Dodgers con sus piernas envueltas en hielo.

Pero con Los Angeles abajo en la pizarra por una carrera en la parte baja del noveno, un corredor a bordo y dos outs, Gibson recibe el llamado y cojea mientras camina hacia el plato para enfrentar al estelar cerrador Dennis Eckersley. Con cuenta de 3-2, las pocas fuerzas que había en sus piernas le sirven para balancear su cuerpo y entonces Gibson acierta... es un slider. Con el puro movimiento de brazos consigue conectar un largo estacazo que supera la barda del jardín derecho.

Gibson levanta el brazo en señal de victoria y festeja lo que acaba de conseguir. El tiempo en el Dodger Stadium se detiene. El veterano de los Dodgers recorre las bases como un venado recién nacido, pero el corazón y el impulso de los aficionados le ayudan a llegar al plato con la carrera del triunfo.

El legendario narrador Vin Scully, embriagado de emoción, gritaba: “¡En un año que ha sido tan improbable, lo imposible ha sucedido!”.

Andrew Simon es analista e investigador de MLB.com.

Fuente:www.mlb.com