Demostración de pundonor de Buchmann, que finalmente conservó la 3ª plaza
Víctor Marcos. Foto: Photo Gómez Sport/Bettini Photo
Itzulia: Izagirre asalta la general y Yates se lleva una vibrante última etapa
La Itzulia ha demostrado de nuevo que no hacen falta maratonianas jornadas de montaña, por encima de los 200 km y los 4.000 metros de desnivel, para disfrutar de un gran día de ciclismo. Porque la última etapa de la Vuelta al País Vasco, con salida y llegada en Eibar, y solo 118,2 km -con 6 puertos de montaña, eso sí- ha mostrado ciclismo de muchos kilates. Con un Adam Yates (Mitchelton-Scott) imponiéndose a sus compañeros de fuga y rivales -Martin, Pogacar, Fuglsang e Izagirre- y un Emanuel Buchmann (Bora-Hansgrohe), líder hasta el dia de hoy, luchando por detrás con gran pundonor para intentar conservar, por lo menos, una plaza en el podio de la Itzulia. Algo que parecía haberse esfumado, ya que en la última curva previa a meta se confundía de itinerario junto a otros corredores, tomando la salida de los coches de equipo y motos de carrera, y perdiendo unos segundos preciosos.
Pero la posterior reclamación de su equipo, y la aceptación de la misma por parte de la dirección de carrera, con el consiguiente descuento de 15 segundos, le ha permitido al alemán ser tercero finalmente. El irlandés del UAE Emirates, Dan Martin, ha ocupado el segundo cajón de la general.
La carrera comenzó a moverse nada menos que a 60 km de la llegada, en el alto deAzurki, de primera categoría, donde Jakob Fuglsang tensaba la cuerda para comprobar el estado de forma real del líder Emanuel Buchmann. Éste respondía al ataque en un primer instante, pero pronto se vería que sus piernas no iban a dar mucho más de sí. Circunstancia que aprovechaba Ion Izagirre para sumarse a su compañero, así comoYates, Martin y Pogacar, conformándose un quinteto donde el entendimiento sería total hasta meta.
Por detrás, la fortaleza que mostraron los Bora durante los días previos se desvanecía por momentos; Schachman y Konrad apenas pudieron ayudar a su líder, que encontró en Movistar el único aliado para intentar que la diferencias no fueran a más. El equipo telefónico no tuvo su mejor día, con un Mikel Landa que sufrió dos percances mecánicos en la subida a Azurki, que le hicieron perder comba muy rápido y un Carlos Verona que se convirtió en su principal apoyo para el resto del día.
REDENCIÓN DE ASTANA
Y es que 118,2 km, con 6 puertos de montaña, dos de ellos de primera categoría, pueden dar mucho juego. Algo que parecían tener muy claro en las filas de Astana cuando se ha dado la salida este mediodía en Eibar. El equipo kazajo, criticado en la jornada de ayer por algunas voces que les acusaban de falta de organización o despiste ante el órdago que lanzaron desde el Bora-Hansgrohe, hoy sí que ha sabido leer la carrera a la perfección.
Desde el inicio, el ritmo elevado y los continuos saltos del pelotón han marcado la carrera, con De Marchi coronando los tres primeros pasos de montaña, San Miguel, Kalbario y Elkorrieta; los entrantes perfectos para el plato fuerte del día, el alto de Azurki. Ha sido en sus duras y mantenidas rampas donde el equipo celeste, a través de Jakob Fuglsang, ha decidido pasar página sobre lo sucedido en la jornada de ayer y demostrar que habían venido a la Itzulia para ganar, en este caso, con Ion Izagirre a la cabeza. El ciclista de casa -en compañía de Fuglsang, Martin, Pogacar y Yates- coronaba ya con 25 segundos de ventaja. Mientras el líder, Emanuel Buchmann, se quedaba solo ante el peligro... a 60 km de meta.
A partir de ahí comenzaba un pulso que siempre se decantaría a favor de los cinco de cabeza, con una ventaja que se estabilizó durante buena parte de los kilómetros restantes en 1 minuto 45 segundos que le daban la victoria en la general final a Ion Izagirre. Buchmann, en ocasiones apoyado en sus compañeros Schachmann y Konrad, y muchas veces tirando del grupo perseguidor en solitario, estaba dispuesto a vender muy cara su derrota y se agarraba al podio con las escasa fuerzas que le quedaban.
Por delante, a 13 km del final, Dan Martin intentaba sorprender a sus compañeros de fuga, sin demasiado éxito. Quien sí lo logró fue Adam Yates, con un durísimo ataque, marca de la casa, en un repecho ubicado a escasos 3 km de la llegada, que le daba los segundos suficientes para aguantar en solitario hasta practicamente la línea de meta, donde se reencontraría con sus compañeros de fuga y donde Ion Izagirre celebraba poco después su victoria en la Itzulia, en su casa y ante la mejor afición posible.
Fuente:https://www.ciclismoafondo.es
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