Diario As
Albert Torres (28 años, Ciudadela, Menorca) lo ha ganado todo en el ciclismo en pista... menos la medalla olímpica, por eso considera los Juegos de Tokio como su gran meta.
"Aún queda para Tokio… pero no tanto", avisa Albert Torres cuando habla de los próximos Juegos Olímpicos. El pistard más destacado del panorama español,con seis medallas mundiales (persigue otras dos en el Mundial de Pruszkow que comienza el miércoles) y cinco europeas en su palmarés, reconoce que sólo tiene en la cabeza la cita olímpica, a la que pretende acudir en las pruebas de ómnium y madison. Y no es extraño que el ciclista de Ciudadela (Menorca) tenga tantas esperanzas debido a que su carrera olímpica dista mucho de lo que se esperaría de un deportista con su talento. En Londres 2012 participó en el equipo de persecución que logró acabar sexto con récord de España, pero Río lo siguió "por la tele".
Sin embargo, el cambio en el programa olímpico le dio alas: "Había buscado una prueba olímpica de cara a 2020 y me especialicé en el ómnium, porque la vuelta de la madison era un rumor, pero al final se confirmó". Y Torres continuó en la primera, una combinación de cuatro pruebas que para colmo se ha simplificado adaptándose mejor a sus características ("eso creo yo, aunque también es más lotería"). Mientras que en la segunda, la madison o americana con tanta tradición enEspaña y donde en 2014 fue campeón mundial con David Muntaner, la afronta junto a Sebastián Mora (con el que tiene el título europeo y la plata mundial en 2018).
La pareja está centrada en lograr todos los puntos posibles para cerrar su clasificación olímpica en madison (de momento están en los puestos que dan acceso), por lo que este Mundial de Pruszkow (Polonia, 27 febrero a 3 de marzo) es clave. Para afinar su puesta a punto, tanto él como Mora disputaron la reciente Challenge de Mallorca en carretera, donde fueron rivales, ya que Torres compitió con la Selección y su compañero con el Caja Rural. "La carretera es fundamental para la preparación de la pista, lo perfecto es poder compaginarlo. Lo normal en otros países es hacerlo sin problemas, pero en España, donde históricamente parecía que si no eras escalador no servías, parece que si haces una cosa no puedes hacer la otra", reflexiona Torres, a quien tras Tokio le gustaría dedicarse a la ruta.
Fuente:www.as.com
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